martes

La Frase del Día /// Axiomas del Cine

Conversando con  Ale respecto al vídeo de la entrada de ayer, se dio el siguiente diálogo.

Wolf- No me acuerdo bien el argumento de esta... ¿él era cubano?
Ale- Y, si baila, tiene que ser cubano.

miércoles

Cuando los padres se van de viaje...

Un post corto para no perder el ritmo, porque el estilo lo perdí hace tiempo…

En fin… El tema es cuando los padres se van de viaje, como el título lo refleja tan apropiadamente. Por supuesto, que se vayan está bueno. Es más, me quedo corto con la expresión. Es relajante, descontracturante, emancipador hasta cierto punto (cuando te dejan la guita necesaria, claro).

Lo gracioso, aunque bastante fastidioso llegado cierto punto, son todos los comentarios, chicanas e indirectas muy poco elaboradas que te tiran. Parecería que su ausencia constituye un permiso inevitable para hacer de tu casa (su casa) un boliche, una bailanta o hasta un cabaret. Advierten de lo cuasi pecaminoso de usar su cama para actividades que ellos no aprueban (o sea todo, salvo dormir – SOLO). Pretenden ser permisivos, pero a la vez serios: “si se juntan, no hagan quilombo. No pongan muy alta la música”; “juntate acá, trae a tus amigos. Mientras sean buena gente…”. “Buena gente”, claro, un eufemismo para decir “a ninguno de esos amigos que tenés”.

La cosa no acaba con el sonido del motor diluyéndose en la distancia. Por supuesto… ¿cómo carajo iba a ser tan sencillo? Luego vienen las ristras de mensajes que van desde preguntarte el estado de tu mascota o comparar el tiempo que hace en un lugar y en otro hasta el acojonante “¿te puedo llamar?”. La pregunta no es acojonante en sí, claro que no. Sin embargo, las nunca bien ponderadas habilidades adquiridas por ciertos hijos para dilucidar las representaciones contenidas en las palabras de los padres hacen de una simple frase una potencial amenaza.

La llamada en cuestión puede variar en su extensión temporal. A pesar de esto, son parte de ella tópicos irrenunciables a la idiosincrasia paterna. Por ejemplo, estas conversaciones pueden comenzar con el famoso “¿podés hablar?”. El cual, ante la respuesta favorable, contrae su tono con un “está bien, te preguntaba no más”. Después de esto, además de comentarios ligeros y alusivos a las situaciones contextuales que rodean a ambos interlocutores, no se hace esperar el tan mentado y brioso por expresarse “¿estás solo?”. Ni qué decir si la respuesta incluye un solo nombre o si se dan rodeos al contestar. El momento debe (DEBE) ser resuelto fría y contundentemente. Una distracción, un temblor, una inflexión errónea en la voz será, de lo contrario, causa inevitable de la duda (no la metódica, sino la pelotuda). Y todo este círculo vicioso no puede más que completarse con las proyecciones al futuro cercano del primogénito. Es decir, “¿qué vas a hacer esta noche?”. No voy a explayarme en las posibles contestaciones a tal pregunta. Sí diré, sin embargo, que la mayoría de las reglas que rigen las respuestas a la pregunta “¿estás solo?” se aplican también aquí.

En fin… que cuando los padres se van y te dejan la casa es un grito de gloria y soledad desinteresada. Pero, como no podría ser de otra manera en esta meretriz vida de parásitos sin riqueza, tiene sus cositas… y sí que las tiene…

Los cuatro no morqueteros...

Buenas o malas noches, según convenga, para nuestros queridísimos y, por ahora, escasos lectores.



No sé si tengo que criticar a las materias primas, a las máquinas que los hacen, al paso del tiempo o simplemente a la baja calidad que caracteriza a ciertos productos de mediano precio. La cosa es que se me cagaron los elásticos. Se, los elásticos. Y, claro, como hay muchos elásticos, no está demás la pregunta: ¿qué elásticos? Los del pantalón? Los de los puñitos del buzo? Los de la bolsa de tela para guardar bolsas de nylon? Los del culo? No, ninguno de esos sufrió desperfectos. Me refiero a los elásticos de la “sábana de abajo”.



Estos estirados señores, ubicados uno en cada esquina de “la de abajo”, evitan que la cama quede hecha un completo desastre en tan sólo minutos. O, sencillamente, que no se te salga la sábana. El tema, y he aquí el pelo del huevo, es que más o menos prontamente estos elásticos terminan por no cumplir su función o cumplirla a medias. Está todo bien, una cosa es despertarte enredado después de una noche apasionada por efecto de las compulsiones corporales. Pero una cosa muy (léase moooy) diferente es mover una gamba y que se te revele la dichosa sábana.



El tema es que ya estoy harto de tener que acomodar las esquinas de la sábana cada vez que me doy vuelta. No hay paz en una cama como esa! (?)



No hay pax! (???)

Sobre amores y excusas baratos...

Siéntense en una plaza más o menos transitada, en el cordón de alguna calle "movida" (cuidado con los automóviles, motos y bicicletas que circulan pegaditos), a la salida de un bailongo o donde corno se le cante a sus respectivos ojetes. Con el pasar de no muchos minutos, comenzarán a visualizar multitud de parejitas paseando juntas de mil maneras diferentes: de la manito (léase con ironía), discutiendo, mirándose muy acarameladamente, etc.



Prueben luego arrimarse sigilosamente (o no tanto, lo mismo da) a algún grupete de chicas de mediana edad. Van a poder, sin duda, escuchar largas y reduccionistas charlas acerca de “los hombres” y, entre ellos, sus novios.



Otro posibilidad es sentarse en un cyber (o ver a través de sus sucias ventanas) y deleitarse con las expresiones de mujeres y hombres hablando con sus parejas por el inestimable medio del chat.



El tema que hoy quiero atacar no se trata de estas parejas, sino del amor y de ciertas nociones a su respecto que me rompen bastante las pelotas.



Si han hecho o hacen lo que les dije, observarán la pluralidad de conflictos que se dan entre personas relacionadas por esta cosa vil y cuasi putrefacta que es el amor.



Como para aclarar algunas cuestiones… El amor me hincha los huevos, me molesta, me pone de los pelos. Y sí, puede que sea un resentido de mierda, pero estas consideraciones se desprenden también de una minuciosa y acabada observación (y, en muchos casos, observación participante). Sin embargo, la rabia que volcaré aquí irradia de las incontables veces en que se pone al amor o al amar como excusa para justificar diversas acciones.



Si tu pareja te cagó con otra (o con otro, da igual) y después, justo en el instante posterior en el que acabó, se da cuenta que te ama y sos lo mejor que le pasó en la vida (lo cual, en algunos casos, significa que le pasaron muy pocas cosas)… No justifiques! “Yo sé que me cagó, pero me ama…”. Eso no sirve, es una recalcada boludez. Si te ama tanto, no te hubiese cagado y punto. Podés volver, pero no justifiques con el amor, no pongas esas excusas baratas y pelotudas que sólo son útiles para que puedas seguir “como si nada” o para que vuelva a “meterte los cuernos”.



Otro caso: los celos. A ver si vamos haciendo funcionar las neuronas… Una cosa es que tu pareja se disguste cuando bailás con ese flaco/a que sabe que te tiene ganas (aunque vos no lo reconozcas por boludo/a o por que te encante que te “adoren la píldora”), o que se ponga histérico/a si te tocan el culo de modo alevoso. Ahora bien, hay una distancia astral entre eso y que no te deje tomar unos mates tranqui con tus compañeros de facultad, usar el “face” o el “msn”. De la misma manera, es injustificable que se ponga celoso/a de un amigo (o sea… de un amigo de verdad, de un hermano) o que te haga una “escena” cuando otra persona te dice que te quiere. No se puede justificar eso “porque te ama”. Te ama, sí, pero es un pendejo/a pelotudo/a y con serios problemas de inseguridad. Si él tiene mambos no resueltos en su cabeza, que no te joda a vos. Si salió mal parado de “relaciones complicadas” (como si cualquier relación no lo fuese), que no se las agarre con vos y tus amistades. Valorá un poquito más tu libertad, tu voluntad, tu entereza. Los límites no surgen por generación espontánea, los marca uno y punto.



Un caso bastante común: vos sos virgen y el te fuerza a entregar. En primer lugar, me lamento por vos si todavía no le viste la cara a dios. Es una situación bastante de mierda y, honestamente, espero que la resuelvas pronto. (Sí, cada uno tiene sus tiempos, pero los de la salud mental y corporal no son los mismos que los de tu vergüenza y tu presión social). Ahora, eso de que “si me amás, quiero que me lo demuestres” es una de las pedorradas más grande que se han inventado. O sea… desde cuando coger es sinónimo de amar??? Las personas no cogen porque se aman, cogen para pasarla bien y listo. Sí, es fantástico pasarte a tu ser amado, pero no hagamos la norma de lo que en realidad son excepciones. Incluso si amás al boludo/a (aunque en la mayoría de los casos, son los flacos los que usan estos argumentos pelotudos) no tenés por qué hacerlo si no se te da la gana. Es una cuestión de deseo y desinhibición, no de amor. “El me lo dice porque me ama y quiere que seamos uno”… las pelotas. No sos uno con la otra persona cuando cogés, dios no lo permita, ni tampoco te lo dice porque te ama. Si lo hiciera, te respetaría los tiempos o trataría de calentarte hasta más no poder (cosa que salga de vos el tema).



Algo similar al caso anterior es cuando uno de los términos pide al otro/a algún quehacer sexual en nombre del amor. A ver, flaco, no te va a entregar el culo porque se aman locamente. El no te va lamer la cajeta, muchachita inexperta, porque van a estar juntos para toda la vida. Cuando la otra persona se decidió a no entregar algo, no lo entrega. Y el amor, nuevamente, no tiene nada que ver. “Yo te amo y quiero probar todo con vos”. Mentira! Acá no se trata del amor, qué tiene una cosa que ver con la otra? Si antes no probaste el marrón, jodete! Si no te la chuparon, cagate todo! Si no se deja meter el dedo en el orto, te la bancas! (Definitivamente, si sus parejas encajan en todos estos modelos, se tendrían que matar). El amor no se demuestra en la cama (léase, cama, cocina, piso, baño, ducha, bañera, pileta, escalera, auto, zaguán, iglesia, probador, aula, pasillo, galería oscura, etc., etc., etc.). Buscá una excusa más respetable o manipulá al otro para que haga lo que querés, pero no con este chiste berreta del amor.



Otra cuestión es la del egoísmo. O sea… Si se compró esa chaqueta fabulosa (que sabés que sale carísima porque fueron a verla juntos) y te regala para tu cumple un souvenir de China (de PVC)… no digas “y bueno, pero me ama”. No! No se supone que el amor no es egoísta? No se supone que es desinteresado y todo lo da? (Aclaro que, si no fuera porque estoy fumando a lo pavote, se me enredarían las tripas del asco). De nuevo: una cosa no justifica la otra. Sacate el antifaz, mira lo que está pasando. No se acordó de vos, privilegió sus intereses. Y eso no tiene nada de malo (o sí, depende de lo que hagas y de cuán correspondido sea), se trata de no justificarlo con el temita este choto del amor.



Otro ejemplo: se va de viaje y no te manda un puto mensaje o se acuerda una vez al día de vos. Eso sí, cuando vuelve te ama y se acordó todo el día de vos. Es más, no te hacés una idea de lo mal que la paso lejos de su “amorcito” (se puso en pedo solamente para aliviar la pena y la angustia de tenerte a kilómetros y kilómetros). A ver… No, no dejés la bronca a un lado “porque te ama”. Si te ama, te escribe, te mando algo de la forma que sea. Un telegrama, señales de humo o un mensaje desde el celular de alguien (lo cual es lo más sencillo).



El amor no lo justifica todo. Se usa para emparchar situaciones de mierda, cuando no se quiere ver lo que está pasando o se intenta tapar el significado de las acciones (propias o ajenas).



No sigo por el solo hecho de que me enrosco cada vez más. En algún momento extenderé la lista.



Espero que a alguien le sirva o, al menos, reconozcan la veracidad de mis invaluables palabras.

Cómo identificar a un flor de pajero...

Espero que mientras estén leyendo estas cándidas líneas no comiencen a sentir una suerte de identificación con los personajes que describo. En otras palabras, espero que no sean un flor de pajero.



Seguramente se hayan encontrado alguna vez con estos flacos de tan diversa procedencia que, en los últimos años, han aumentado en cantidad de modo considerablemente jodido. Quizá todo sea una consecuencia más de la creciente contaminación ambiental (de la cual no podemos esperar que salgan los X-men, sino pelotudos y poco más); o bien, que se trate de una señal más del decadente devenir de una sociedad de ineptos. En fin… Quieran o no, se van a encontrar con esta clase de pajeros… Y es mejor que estén prevenidos.



Para empezar, diré que suelen venir en pareja. Esto es, de a dos. En general, puede identificarse lo que denomino como el “pajero-alfa” y el “pajero-beta”. El primero actúa como una especie de “activo”, de macho dominante que dirige las pelotudeces del dúo. El segundo, aunque no siempre con piernas sensuales, hace de “asistente de capo cómico”; dando los pies fundamentales para que el imbécil que “lidera” remate. También actúa, como es de esperar, a modo de “coro de risas y risotadas”, festejando continuamente las gracias de su simpático e irreverente compañero.



Los términos de esta paupérrima ecuación de séptimo año parecen deleitarse criticando a las féminas que los rodean. Cuando las mismas están por debajo de su edad, lanzan comentarios del tipo “qué colita que tiene” o “dejamela una noche sola”. En caso de que exceden su nivel etario, se limitan a frases como “¿tiene un culo o un flan?” o “fea la viejita”. Aclaro que cuando me refiero a su “edad”, no hablo de lo que se entiende por “edad mental”. Simplemente me remito a su “edad cronológica”, variable sobreestimada si las hay.



Otro rasgo característico de esta muestra consiste en su compulsión a escupir. Hay que destacar, castígueme dios si no lo hiciera, su extraordinaria habilidad para escupir. Estos muchachos lanzan unos suculentos y blanquecinos gargajos con una distancia temporal entre los mismos considerablemente corta. De más está decir que la capacidad de sus glándulas para producir semejantes cantidades de saliva sigue siendo un misterio para la ciencia moderna.



Por otro lado, he observado que, mayoritariamente, estos engendros mal cagados han adquirido el pernicioso acto de fumar. De vez en vez, se dedican a agarrar el cigarrillo como si fuera un porro y cerrar los ojos mientras fruncen el seño a manera de un “uh, cómo pega”. A veces, su decrépito acto se completa con comentarios al estilo “me está matando” o “te vas a morir”. Por supuesto que estos pibes no han probado la tan mentada “tuca”. Se trata solamente de un acto mímico para acercarse a un estatus al que difícilmente llegarán algún día.



Desde el punto de vista estético, puedo decir que no es fácil identificarlos por su indumentaria. En general, se visten al estilo del “facherito”, el cual es copiado por otra multitud de géneros boludezcos. Su cabello suele ir corto y estar prolijamente despeinado. También pueden llevar flequillos bajos y abultados, dependiendo de cuántas espinillas quieran ocultar o qué moda deseen seguir. Usan jeans (mayoritariamente) o alguno de esos pantaloncitos finamente cuadriculados que se asemejan sospechosamente a un pijama. Los accesorios no abundan, aunque pueden lucir algún horroroso collarcito o pulseras de tela (tipo artesanía barata).



Si atienden a sus “palabras”, verán lo trabajoso que resulta identificar en qué idioma están hablando. No, no son políglotas; sino que NO modulan. He llegado a pensar que todos tienen alguna clase de malformación congénita que afecta la correcta osificación de sus mandíbulas, lo cual les hace difícil abrir la boca y pronunciar audiblemente las palabras. Sin embargo, llegué hace bastante tiempo a la conclusión de que no son capaces de hablar bien porque son unos pelotudos. Se puede tener errores de dicción, un vocabulario acotado, una voz de pito… Pero de ahí a que la totalidad de los preciosímos fonemas que componen nuestra lengua sean asimilados a unos cuantos sonidos guturales, hay una enorme distancia.



Sin duda, la faceta que más me jode (y de donde sale la denominación que engloba a estos flaquitos) es la forma en la que hablan del sexo. Pretenden aparentar una vasta experiencia en términos sexuales, cuando en realidad lo más probable es que no hayan visto una cajeta en su vida. Hablan entre ellos de lo que le harían a tal o cual muchachita, cuando en verdad sólo alcanzaron a chupar los senos de sus madres en época de lactancia. Desde ya, su imaginación es desbordante. Sin lugar a dubitaciones, la pornografía hace de insumo principal (sin contar las faldas cortas, los catálogos y las vidrieras de las lencerías) para elucubrar sus simples y precoces escenas sexuales. Me lamento por las chicas que sufran el “debut” de estos flacos, con su rebalse torpe y su falta de pericia en los quehaceres denominados “juego previo”. No se trata de la carencia de experiencia. Por una cuestión histórica, esto se da y punto (aunque se hace más o menos evidente según el talento natural de los sujetos en cuestión). El problema acá es que tratan por todos sus medios (sus escasos medios) de simular lo contrario. Y, permítanme decirles, sólo consiguen hacerlo más evidente; lo cual termina por convertirse en una regia patada en los huevos.



Hasta aquí la breve, pero intensa, caracterización de un FLOR de PAJERO promedio. Si se encuentran a alguien así, por su bien, manténganse alejados y no intenten disminuir su miseria. Toda ambición de redención culminará en un rotundo fracaso.

martes

Frases para el recuerdo, Volumen Uno

Una noche en un bar de Azul, su servidor se encontraba con una barra de amigotes, y una señorita de interés, con quien terminó en un baño en situación que un caballero no develaría... pero yo no soy un caballero, y hace al entendimiento de la frase, así que diré que en medio de dicha situación, la señorita se incorpora, y abandona el cubículo en el que habíamos pasado los últimos minutos envuelta en una nube de ira, mientras deja en mis sorprendidas (es un decir, créanme) manos un par de medias. Enloquecido, y probablemente algo alcoholizado, mande un mensaje mediante un transeúnte absolutamente ocasional y desconocido a Miss Wolf, la única que consideré suficientemente acostumbrada a mis circunstancias usuales como para poder ayudarme, mientras intentaba ponerme los dichosos cancanes sin desnucarme, o provocarme heridas graves en la cara y la espalda (honestamente, no sé cómo se la arreglan las mujeres), un golpe específico me indicó que Miss Wolf había arribado al lugar de la situación. Al abrirle yo la puerta, y ver el desastre que tenía en manos, apenas profirió un

No son las medias lo que me perturba, es que sólo se te haya ocurrido ponértelas.

Estoy hecho un viejo choto

Si, tengo solo 22 años, pero a mi me pesan, y me siento un viejo de mierda.
Estoy medio sordo, o quizas tres cuartos, no me susurres nada lindo que me lo pierdo. Lo peor de todo es que más sordo me vuelvo, más me joden los ruidos. La tele, que desde ya no tine nada interesante para contarme, no la soporto, pone el volumen bajo o apagala, no quiero escuchar al Basset Hound que nos gobierna, perdonen por la comparación amigos canes, (deberia ser tema aparte, pero bueno, esto tambien me jode).

La cuestión es que lo ruiditos relativamente molestos se me magnifican al punto que: oigo mi adorado cooler tan molesto como el motor villa que daba electricidad en el campo de mis abuelos, y a la heladera como si tuviese un taladro neumático trabajando en mi cocina, horrible, y cuando se callan es peor, el vacio sonoro que creo que deberia ser relajante y placentero, se me hace una desagradable sensación de ya está, me quedé completamente sordo.

Los pendejos y la pendejas por la calle, su bla bla bla bla bla a los gritos (porque no tienen otra manera) me revienta, tan alejado de la juventud estoy? La joda con los vagos no me llama ni un poquito, salir al boliche….. para que? Por suerte estan la play y la compu, son las cosas que me aun me dicen (con voz de te estoy levantando): “no te hagas el mayorcito, sabes que todavia te gusta jugar”.

Saludos a ustedes, jovenes y viejos, y si quieren evitar sentirse tan seniles, agarren el joystick y denle duro.

domingo

Frase del Día II

Mi Señora Madre ha pergeñado dos frases excelentes este día, pensé en compartirlas con ustedes.

 
  • "Está subida al pedestal de telgopor"
  • "Está montada en un pony de azúcar expandida"

Frase del Día I

Yo a favor de las hipótesis del tipo "Por esa plata yo..."Vale contextualizar un poco... hablando por teléfono con mi Señora Madre, surgió el tema de cierta persona que, a cambio de un oneroso sueldo de doscientos mil pesos a la semana, realiza cierta actividad más o menos ridícula. Y Ale, con su usual ocurrencia, al comentarle la conversación, respondió con un

"Yo por esa plata, le meneo en bolas a la reencarnación de la Madre Teresa de Calcuta..."

sábado

¡¡¡Denuncia de los hijos de puta!!! (O : Einstein se afanó hasta los picaportes de la oficina de patentes.)

¡¡¡Denuncia de los hijos de puta!!! (O : Einstein se afanó hasta los picaportes de la oficina de patentes.)
Wolf - ...Pasa que además nadie nos entiende. Para ser un genio comprendido, hay que ser un genio más o menos. Un geniecito apenas. Apenas por encima de la media.
Henry - Sí, o estar muertos... 
W - No, fijate el pobre Tesla, ese era CAPO, y ahí está. Tsch. Pobre muchacho.  
H- Pero viste que están esos genios que les descubren después de muertos obras póstumas y dicen... ah... para para... perate... perate un cacho... (te pero entero, chabon...)... ah, no estaban tan errados estos dos. ¡Zzzzzzzzzzzatrapazzzzzz! 
W- "Caramba!" y "Pero, me cacho" deben ser las dos expresiones más usuales cuando se descubre obra de alguien. "Puta, este lo descubrió primero..."¡¡¡¡¿Cuantos se harán los re boludos?!!!! Envenenando a sus compañeros de investigación para quedarse con el crédito ¡¡¡¡¡Por eso el pais esta como esta!!!!!  
H- (Oficina de patentes - cuarto minusculo, sin ventanas - tipejo con lentes de aumento sucios y traje gris con moño) Eh... a ver... déjeme ver... aguárdeme un segundo... un momentito, por favor. Discúlpeme, pero son muchos archivos... eh... ah, si... acá esta... eso ya esta patentado, señor, lo siento. Vaya a pagar a la caja... 
W- Pensalo... Einstein estuvo trabajando no sé cuantos miserables años en la oficina de patentes... es sospechoso, ¡cuanto menos sospechoso! 
H- Y... la verdad... la verdad, vistes... que te da para pensar... 
W- Todos dicen que de joven no tenía muchas luces. ¿Cómo nadie investigo eso? ¡Por favor! Andá a saber a qué pobre bastarrrdo le afanó todo.

(Sonidos misteriosos de fondo... The Wolf pisotea el piso, y avisa a Henry "No, no te hagas drama, es el Alberto que se revuelve en su tumba, na' más" )

W- ¿Quién no tiene un cadáver en el subsuelo?

Disclaimer

Solamente en caso de que después aparezca alguien quejándose, dejemos esto claro de entrada: acá no van a leer nada respecto a la felicidad (a menos que sea la canción de Palito Ortega), nuestros buenos pensamientos (que son escasos, me temo... ), o nuestras buenas obras (no somos precisamente terreno fertil para la semilla de la bondad). No, señores, señoras, este espacio no es para eso.

En las inmejorables palabras de mi hermano: "Este es un blog destinado pura y exclusivamente a gastar nuestro tiempo en hacer algo que nos encanta y en lo que somos muy buenos (y que, por ahora, no nos brinda ninguna satisfaccion economica). Somos un par hijos de puta, y vamos a volcar nuestras cronicas (que no son cronicas exactamente, pero dicho asi queda genial) en este espacio de virtualidad y relajada pereza. Si te gusta, nos seguis y comentas. Si no te gusta, no nos lees (y no te mandamos a la mierda solamente para que no tengas una mala impresion)."
Dense por advertidos.