martes

Frases para el recuerdo, Volumen Uno

Una noche en un bar de Azul, su servidor se encontraba con una barra de amigotes, y una señorita de interés, con quien terminó en un baño en situación que un caballero no develaría... pero yo no soy un caballero, y hace al entendimiento de la frase, así que diré que en medio de dicha situación, la señorita se incorpora, y abandona el cubículo en el que habíamos pasado los últimos minutos envuelta en una nube de ira, mientras deja en mis sorprendidas (es un decir, créanme) manos un par de medias. Enloquecido, y probablemente algo alcoholizado, mande un mensaje mediante un transeúnte absolutamente ocasional y desconocido a Miss Wolf, la única que consideré suficientemente acostumbrada a mis circunstancias usuales como para poder ayudarme, mientras intentaba ponerme los dichosos cancanes sin desnucarme, o provocarme heridas graves en la cara y la espalda (honestamente, no sé cómo se la arreglan las mujeres), un golpe específico me indicó que Miss Wolf había arribado al lugar de la situación. Al abrirle yo la puerta, y ver el desastre que tenía en manos, apenas profirió un

No son las medias lo que me perturba, es que sólo se te haya ocurrido ponértelas.

2 comentarios:

  1. Qué dueto, por el arquitecto universal que no tiene regla de cálculo!

    Qué placer tan grande leerlo nuevamente, mi querido amigo Posho.

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  2. Si no te conociera, me parecería lo más extraño a mi tambien, pero ya a estas alturas uno ha perdido un poco la capacidad para asombrase...
    (Eramos tan jovenes!)

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A ver...